1807-1814
En 1807 Napoleón entra en territorio español para
conquistar Portugal pero acaba imponiéndose en España. Se inicia la Guerra del
Francés, durante la cual
Napoléon concede la independencia a Catalunya bajo tutela
francesa (1810-1812). Es la tercera vez desde 1640 que Catalunya, aunque sea
momentáneamente, es independiente de España. De 1812 a 1814 Napoleón
anexiona Catalunya a Francia, creando cuatro departamentos.
En 1812 se redacta la Constitución de Cádiz. Los
enviados catalanes apenas intervienen en las discusiones porque no dominan el
castellano (para ellos sigue siendo una lengua extranjera…).
En 1814, Napoleón se retira de la península, retorna
Fernando VII al poder y se acaba la guerra. Catalunya
vuelve a formar parte de España.
Siglo
XIX
Durante todo el siglo XIX se producen diversos
pronunciamientos militares, varias restauraciones monárquicas y la proclamación
de la 1ª República Española.
Dentro de estos movimientos políticos se incluyen las tres Guerras Carlistas (la primera de ellas como disputa entre los partidarios del Infante Carlos y los de Isabel II para heredar la corona española). Desde Catalunya las guerras Carlistas son vistas como la oportunidad para recuperar los derechos perdidos con el Decreto de Nueva Planta. Aunque no pueden considerarse guerras por la independencia de Catalunya, sí son una buena muestra de la voluntad de los catalanes de recuperar su autogobierno.
Entre la 1ª y la 2ª guerra carlista, el general
español Espartero bombardeó Barcelona tras un levantamiento provocado por la
crisis del sector algodonero (2º bombardeo a Barcelona por parte de soldados
españoles). Suya es la frase "a Barcelona hay que bombardearla al menos
una vez cada 50 años".
Un buen ejemplo de cómo era la relación Catalunya-España
en aquella época es el discurso del General Prim en 1851 en el Congreso de los
Diputados abogando por el cese del Estado de Sitio que duraba ya 8 años en
Catalunya (página 759 del libro Historia
del General Prim). Cabe recordar que Prim llegó a ser Presidente del
Consejo de Ministros de España, por lo que es poco sospechoso de ser un
independentista catalán:
"¿No es Catalunya un país laborioso,
trabajador, inteligente y honrado? No lo podéis negar. Pues entonces, ¿por qué
lo mandáis como a un país de salvajes o de vagabundos?...¿Qué necesidad de ese
estado de sitio permanente en Cataluña, pues hace ocho años, señores, que está
allí rigiendo este sistema con muy pocas excepciones?... Ya han oído los señores
diputados el gran número de catalanes que han sido fusilados sin sentencia
legal, sin formación de causa. Pues son también muchos los que juzgados por la
misma legislación han sido deportados, unos a Filipina, otros a la Islas Canarias ,
otros a provincias del interior…
… ¿Hasta cuando hemos de ser tratados como esclavos?
¿Somos o no somos españoles?, decían todos los catalanes. Ministros de España:
los catalanes ¿son o no son españoles? ¿Son nuestros colonos o son nuestros
esclavos? Si no los queréis como españoles, levantad de allá vuestros reales,
dejadlos, que para nada os necesitan; pero si siendo españoles los queréis
esclavos, si quereis continuar la política de Felipe V, de ominosa memoria, sea
en buena hora, y sea por completo; amarradles a la mesa el cuchillo, como lo
hizo aquel rey; encerradlos en un círculo de bronce; y si esto no basta sea
Cataluña talada y destruida y sembrada de sal como la ciudad maldita…”
Año
1885: Memorial de Greuges
El Centre Català, entidad fundada unos años antes
para defender los intereses del catalanismo, presenta a Alfonso XIII el
“Memorial de Greuges” (memorial de perjuicios), documento donde se incluyen
toda una serie de reinvidicaciones políticas y económicas basadas en los
perjuicios que ha sufrido Catalunya desde el decreto de Nueva Planta. Es en
realidad el primer gran acto del catalanismo para encontrar un mejor encaje de
Catalunya dentro de España.
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