La deuda actual estimada del Gobierno de Catalunya
es alrededor del 35% sobre el PIB según datos del Banco de
España. Esta deuda es ridícula comparada con la mayoría de países del
mundo. Datos de varias economías del mundo para el 2016:
Italia 132%, Francia 86%, USA 107%, Japón 238% o la
misma España 99%
Los que afirman que la deuda de Catalunya sería
enorme dan por hecho que debería asumir la parte que le corresponde de la deuda
española. De nuevo esto es falso. El titular de la deuda de la administración
central del estado es el Gobierno del Reino de España. Es decir, las entidades financieras
acreedoras sólo pueden reclamarle esta deuda a España y no a Catalunya.
Si España pone trabas a la independencia de
Catalunya (como p.e. presionar para que salga de la UE o del eurogrupo),
Catalunya nunca aceptará compartir esa deuda. Sólo lo haría, si la separación
fuera amistosa.
En caso de una separación amistosa, habría una
negociación en la que los gobiernos de España y Catalunya se repartirían los
activos y los pasivos:
1) Activos: se debería acordar qué parte de las infraestructuras y bienes
que ahora son de titularidad del estado central pasarían ser de la Generalitat
(inmuebles, museos, empresas, material militar, etc…)
2) Pasivos: se debería repartir la deuda pública.
El reparto de esta deuda podría ser proporcional a
la población que representa Catalunya dentro de España (16%)
o proporcional a su PIB (19%).
Tomando el peor escenario Catalunya no tendría una deuda muy diferente a la
propia España pero, en cambio, tendría un aumento significativo de sus ingresos
al no tener nunca más el déficit fiscal, valorado en 16.000 millones, dinero
que Catalunya ingresaría de más cada año (p.e. si se dedicase íntegramente a
devolver la deuda en 15 años quedaría absorbida -> este ratio sólo es
indicativo porque obviamente hay otros efectos: gastos adicionales por
estructuras de estado, PIB adicional generado por estos gastos, déficit anual
de los próximos presupuestos, etc…).
Algunos articulistas españoles defienden que, como
las emisiones de deuda de la Generalitat están catalogadas como “bonos-basura”,
sin el apoyo financiero de España Catalunya no podría financiar su deuda. En
vista de los cálculos anteriores, esta postura carece de sentido. La
Generalitat hoy no puede financiarse porque no controla ni sus ingresos ni sus
gastos (en el primer caso no tiene potestad sobre todos los impuestos ni sobre
el sistema de financiación de las CC.AA., y en el segundo no controla todos los
gastos porque muchos vienen impuestos por las políticas fijadas en Madrid).
Pero si fuera independiente todo esto estaría en sus manos y, con una deuda en
la media europea y eliminado ya el déficit fiscal con España, sería una
economía bien valorada por las entidades financieras. En realidad, de las
mejores porque con el presupuesto actual sería un gobierno que en épocas de
crisis necesita tan sólo de un -4% de déficit y que en épocas de bonanzas
arroja un saldo positivo de más del 10%.
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